27 febrero 2023

La novela está en la Editorial.

Firma del contrato con Grupo Editorial Letrame

 
Lunes 27 de febrero, justo el día antes de la Comunidad Andaluza, acabo de firmar el contrato de autoedición de la novela con la Editorial Letrame en El Ejído (Almería). Pese a la fama, y al típico tópico de lo fiesteros que somos los andaluces, allí estaban, trabajando. Mientras la mayor parte hacían puente festivo. ¡Ole!

Previamente había mantenido varias conversaciones con mi editora asignada, Giulia. Tengo que decir que desde el primer momento noté su empatía y ganas de sacar el proyecto adelante. Me orientó y aconsejó. Sin dobleces ni resquicios. Con sinceridad y atención. Ayudándome y resolviendo todas mis dudas. A pesar de tener el teléfono en nuestra contra y cortarse la comunicación continuamente. Terminamos por una cadena de emails.

Le pedí visitar sus instalaciones y poder tener en mis manos una de sus publicaciones, no miento si digo que me interesaba naturalmente ver la calidad del libro editado, pero en primer lugar lo necesitaba para decidir la terminación de la portada en mate o brillo. Y como estaba reflejado en el contrato, debía verla previamente para, si era necesario, que reflejase una cosa u otra. Me recibieron sin problemas de ningún tipo. Nada que esconder.

El contrato, claro, conciso y transparente. Sin fisuras ni escondites. Lo mio es mio y lo tuyo es tuyo. Sin intentar apropiarse de lo que no les pertenece y respetando mi trabajo, mi esfuerzo y mi aportación.

Estoy seguro que muchos de vosotros pensareis que todo lo que digo no es nada que no deba ser así, pues os sorprendería conocer lo que me ocurrió previamente con una encumbrada editorial, también de la provincia de Almería, y que por el momento me voy a reservar el nombrarla.
Me engatusó, su pompa y lo bien que se venden en todos los medios. Hay que reconocer su maestría en ello. Pero después dejaron mucho que desear en todos los aspectos. Quizás algún día hablemos de ello, más detenidamente.
Si leen esto, solo les puedo decir que todas las empresas, al igual que las acciones personales, son como un castillo de naipes. Con que caiga uno, puede caer el castillo al completo. Y cuanto más alto es el castillo, mayor el esfuerzo perdido y más dura la caída.

Pero volvamos a Letrame.
Como decía al principio, me recibieron con agrado y simpatía. Resolvieron mis dudas in situ, firmamos el contrato y nos despedimos mientras me ofrecían su colaboración y ayuda en lo que necesitase. Estupendos.

De momento, buena impresión. Y algo me dice que todo irá muy bien con ellos. Creo que la novela lo merece y que me lo he trabajado más de lo que he podido.

Gracias.


  Bueno amig@s, tal y como preveíamos llegó el día. Me he retrasado en comunicarlo en este blog, este cuaderno de bitácora de lo que ha sido...